Cuando me preguntan que si creo que se pudiera dar el
escenario futuro en el que transcurre la novela yo siempre digo, aunque con
ciertos matices, que ya estamos en él. Fijáos en una cosa, yo no soy adivino,
no puedo aventurar lo que pasará: si habrá una próxima recaída en la crisis que
hará que alcance el poder una coalición de partidos de extrema izquierda, si
las élites políticas y económicas, al verse amenazadas, darán un golpe de
estado o si surgirá un IV Reich en Europa; pero lo que sí tengo claro es que
constantemente estamos haciendo Historia y que esta crisis de larga duración
que venimos padeciendo con todas sus consecuencias, ha hecho que una parte
importante de la sociedad, entre los que se encuentran los más desfavorecidos,
comience a preguntarse cosas, algo inquietante si tenemos en cuenta que así
empezaron la mayor parte de las revoluciones que se han producido a lo largo de
los tiempos. Además, algo tan potente como Internet y las redes sociales juegan
a favor de ellos.
En el lado contrario tenemos a los mercados y a la
élite económica que son los que con sus inversiones en capital mueven la rueda
de la economía para que el Sistema gire, día a día, condenando o salvando, a
través de estas decisiones de inversión, a ciudadanos de países enteros. Por
eso, aunque no lo hagan de manera racional o consciente, son los que
verdaderamente nos gobiernan persiguiendo un único fin: ganar dinero. Con un
objetivo tan ambicioso como éste, es lógico que los gobiernos legislen para
ellos a cambio de conseguir un poco de sus réditos; su patio de operaciones es
el mundo global, no necesitan pasaporte para viajar y no conocen fronteras… son
apátridas y lo peor de todo es que en demasiadas ocasiones, como hemos visto
con una empresa señera y muy prestigiada hasta hace bien poco como Volkswagen,
en sus escala de valores priman los beneficios por encima de todas las cosas,
incluso sobre algo tan básico como la legalidad o, ya puestos, la conciencia.
También hay que señalar que han sido vistos, incluso por expertos y no solo por
el pueblo, como los verdaderos beneficiarios de la crisis ya que han aumentado
su concentración de poder y riqueza provocando el sentimiento encontrado de
aquellos más desfavorecidos por haber sido objeto de los mayores trasvases de
dinero, bien sea en forma de ayudas o de beneficios, aprovechándose de la
liquidez de la que disponían para adquirir activos a saldo o especulando, sin
escrúpulos, con ese dinero.
Y por último y haciendo equilibrios, si no piruetas,
en medio de ellos, está la clase política. Una clase política desprestigiada
que ha perdido gran parte de su credibilidad durante los últimos tiempos ya que
se ha mostrado dirigida por personas con grandes deseos de posesión,
obsesionados con el poder y la riqueza y carentes de recursos tan básicos como
la ética, a muchos de los cuales, además, se les ha visto el plumero mirando
por su propio interés y beneficio en lugar de, como debería haber sido, por el
interés general que requiere el hecho de deberse a un servicio prestado a los demás
y administrando dinero ajeno.
Así las cosas os digo que aunque no seamos
conscientes de ello, hace años que empezamos a asistir a una grave enfermedad
en forma de polarización del viejo mundo en el que se quebró el bienestar de la
clase media o, lo que es lo mismo, el idilio del capital con el pueblo. Un
mundo que cayó enfermo por la falta de valores de una sociedad sin ética, por
la codicia de unos pocos y la falta de esperanza de una mayoría indignada,
entendiendo por indignados no solo a los votantes de Podemos, indignados que
mientras miraban al abismo comenzaron a hacerse preguntas que todavía no han
podido responderse en ningún fuero. Yo solo espero que no sea demasiado tarde y
estemos a tiempo de poder salvar todo esto antes de que venga la próxima
crisis, ya que de lo contrario no me cabe duda de que, como dijo Antonio
Gramsci, los monstruos surgirán de nuevo.
“El viejo mundo se muere, el nuevo tarda en
aparecer, y en ese claroscuro surgen los monstruos” Antonio Gramsci.
¿O acaso pensabais que los monstruos eran cosa del
pasado y que nunca más volveríamos a
verlos?
¡Ojalá fuera así!...pero yo no lo creo.
SP.
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capítulo gratis podéis hacerlo pinchando en el siguiente link: http://www.elrenacerdelmonstruo.com/El_renacer_del_monstruo_Capitulo1.pdf
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Renacer ¡no¡ se va a despertar. Porque duerme en esa profunda grita del alma humana.Y no hemos sido capaces de ir a buscarlo y acabar con El para siempre.
ResponderEliminarAsí es, Pedro. Gracias por comentar.
EliminarYo presiento lo mismo, la historia se ha olvidado y estamos condenados a repetirla y a volver a sufrir los horrores de una guerra civil, pienso que caeremos en manos de un gobierno que volverá a recrudecer la crisis, ya que esta leve mejoría en la economía necesita 4 años mas, las inversiones dejaran de fluir a España y poco a poco el ambiente se ira enconando entre todos, si las empresas cierran los trabajadores van a la calle y posteriormente al paro a cobrar el desempleo.
EliminarEstamos saliendo de la crisis pero con una deuda del 100% del PIB. Yo creo que volveremos a la etapa de Zapatero de nuevo, perdiendo empleos y descalabranndose la economía, creciendo el tipo de interés de la deuda y cerrándose el grifo a la nueva financiación. Todo este ciclo llegara hasta el 2.020 que es cuando probablemente surja un golpe de estado originado simultáneamente en 6 ciudades.
Entre todo esto se radicalizaran los partidos, los nacionalistas azuzando el odio y tensando la cuerda, pudiendo llegar a realizar atentados contra políticos, empresarios, periodistas, e incluso el Jefe del Estado.
Lo inevitable llegara y deberemos estar preparados para que este desastre no nos arrastre, para que la marea de odio y violencia no nos afecte. OLVIDAMOS LA HISTORIA e incluso se reescribe a gusto de los vencedores o de los gobernantes de turno.