martes, 17 de marzo de 2015

De entre todas las opciones, la más maravillosa.

Por Sergio Polo

Esta tarde estaba revisando uno de los cuadernos que me servían de apoyo mientras escribía la novela y volví a emocionarme. Lo escrito eran unas notas que plasmé en él el 17 de marzo de 2014 ––hace justo un año––, eran del capítulo 19  ––el libro tiene 20––, y en ellas dilucidaba el futuro inmediato de uno de los protagonistas y el desenlace de gran parte de la historia.

Fue, como os digo, un momento mágico, cargado de emoción, ya que me trasladé a la época en la que vivía por y para todos y cada uno de los personajes que formaban parte de la trama. He de deciros que para mí y a pesar de mi larga trayectoria empresarial, la escritura de El Renacer del Monstruo, ha sido una de las experiencias más gratificantes y con mayor carga de responsabilidad que he vivido; algo que nunca antes llegué a imaginarme que pudiera ser así.

Para empezar porque nunca antes me había sentido tan dueño de las vidas de tanta gente ­­­­––supongo que el hecho de que la haya escrito sin un guión predeterminado debe de ser parte de la explicación, ya que la mayor parte de las veces no sabía lo que les iba a ocurrir––. Recuerdo que antes de iniciar la novela y una vez me hube documentado, puse los puntos de fuga del contexto geopolítico en el año 2030; para ello me pregunté, analizando el devenir actual y siguiendo una serie de parámetros que determiné como fijos, dónde estarían las cuatro potencias mundiales más importantes en esa fecha (EEUU, Rusia, China y la Unión Europea). 

Luego, una vez definido esto, pergeñé un escenario macro para España y para Europa desde el año 2021 hasta el 2024, fechas entre las que tenía que transcurrir el inicio y el fin de la historia, y eché a andar con el primer capítulo y unos pocos personajes, sin saber muy bien quién o quiénes iban a ser los protagonistas. He de deciros que fueron ellos mismos, con sus componentes intrínsecos y extrínsecos, su pasado, su presente y, sobre todo, sus ambiciones y emociones, los que se me fueron  mostrando, seduciéndome y llamando mi atención sobre los demás y tomando, de esta manera, los papeles de mayor relevancia. 

Asimismo, y como sucede en la realidad, las vidas de estos personajes que, como os digo, se veían directa o indirectamente influenciadas por los acontecimientos que había diseñado en el escenario macro, necesitaban interactuar con otras vidas para llegar a explicarse y darle sentido a las suyas propias, y esa fue la manera como fueron surgiendo otros nuevos que igualmente se me fueron mostrando y me fueron seduciendo, haciéndome disfrutar y sentir a la vez, con la exigencia y la responsabilidad de aquel cazatalentos que busca, entre todos los aspirantes, a los mejores perfiles para desempeñar, la que a su criterio debiera de ser, dentro del amplio abanico de todas las opciones posibles, la más maravillosa de las obras de ficción.


Pasadlo bien.

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